Alejandra Hurtado

Desvaneciendo

El furor de este vívido amor se nos desvanece al transcurrir los minutos,

como el iluminado cielo cuando aún de forma bella se oscurece, 

dejando atras siempre el día que tanto nos adolece.

 

El tiempo no hizo mal ante nuestras inquietas almas,

antes bien nos llevó a lo alto de cualquier rascacielos,

creando ante nosotros una estremecedora calma,

paradójica esta con lo experimentado al mismo tiempo por nuestro cuerpo. 

 

Hemos sido nosotros mismos, 

afanados de vivencias y sin conciencia de lo ocurrido,

pasando por alto el momento, el instante mismo,

creando insignificancia ante lo realmente reconocido.


Déjame ilustrar nuestro amor en solo letras,

que son quizá más profundas que el cariño que me profesas, 

pero es tanto el acomodo a las cosas,

que aún seguimos escribiendo, 

talvez esperando revivir las cenizas de este lamentable invierno que sin pensarlo nos vuelve trizas.