Quiero sentarme en la esquina poco
habitual,
al otro lado de la calle
donde se mencione poco
y se aprecie el espectro astral.
Quiero inventariar el pasaje
de caras sin sueños,
quiero sumar anécdotas
y restar proyectos.
Quiero acompañarme sentado
o de pie,
quiero encontrarme en la sombra
del trabajador cansado,
quiero resbalar charlas
y continuar sentado.
Quiero estar al otro lado de la calle,
con una vista de espejo cotidiano,
quiero estar en la acera del barrio,
donde se resumen desencuentros,
donde hubo un amor perfecto.
Quiero mirar como miran los otros
los del otro lado de la calle,
los que tienen más ansias
que vida,
los que dividen los días
para restarle al tedio,
la sumatoria del tiempo