Te vas de entre mis brazos aunque aprieten,
te escapas como el agua de mis manos,
me duele que tu voz grite silente,
y mi oído no te escuche alborotado.
...Y cuando el sol de nuevo venga a verte,
después de la noche del desengaño,
y se vayan las nieblas de tu mente,
y aparezcan los miedos del pasado...
...no dudes que yo fui feliz contigo,
no mientas, cuando dices lo contrario,
tuviste en mí y tienes a un amigo,
a estar sin tí me voy acostumbrando.
Si llega en breve la hoz de las palabras,
que pinta mis pupilas de tus labios,
que el guarda de tu alcoba no me deje,
acercarme a la esquina de tu cuarto.
Cuando la agramadera de los años,
tiña la tarde de luz de uvas rojas,
y vea prosternado ante tu lecho,
al dueño de la boca que te nombra...
...como un neblí remonta arcano el cielo,
me iré cuitado, herido y cabizbajo.
me subiré al cantil ahíto de miedo,
y volaré al helor de lo olvidado...
...y volaré al país de lo olvidado.