deja que corra agua bajo el puente,
y que los perros ladren;
deja que hable la gente,
al final, tu corazon no lo conoce nadie.
deja que el viento se lleve
las hojas de los arboles otoñales,
y que el silencio impio
el trinar del ruiseñor calle;
despues de todo, no es perfecto nadie.
deja que el cefiro clemente,
tus lagrimas las bese,
y que la soledad mas fraterna,
tiernamente te consuele;
con el paso del tiempo entenderas
que las gentes son perversas
y que solo mienten,
pero mientras tu seas diferente
bendecida sera tu existencia.