Que preciosa chica Andaluza
Deje escapar,
Madre mía, solo yo
Lo pude estropear,
Todavía sigo
Sin estar,
Porque ese momento
No volverá a pasar,
Que estulto fui
Al dejarte volar,
Mi débil voluntad
Y el penco que vino a aullar,
Me consiguió manipular,
Mi cerebro se
Puso a vacilar,
Y te conseguí
Atediar
Después de dos
Días sin descansar,
En ningún momento
Te pretendí amancillar,
Soy yo, el que se
Tiene que avergonzar.