Franco Moretti

Noche eterna

Desde el molino 

veo a Horacio

transpirando angustia

sangrando esfuerzo.

 

Va revolviendo el suelo

sin zapatos y con sueño

mientras su deseo duerme

plácido

su deseo de abandonar las cuevas de subsuelo.

 

Cada mañana respira el aire

de los años degradados en las minas

mientras se pica la piedra

que preciosas nunca para él serán.

 

Fuera de la cueva 

la noche siempre lo encuentra

imaginó alguna vez

que alguna jornada reducida

le hiciera ver el sol pleno

brillante sobre el cielo.

 

Pero Horacio me decía

al que madruga 

dios lo ayuda

y volver temprano a casa

es medio plato de comida.

 

¿Y por qué no preguntarse?

de la frívola existencia

ante esta pequeña historia

del minero y el molinero

pienso

tanto golpe de Horacio

tanta mugre en las venas

quisiera Horacio pensar

pero la condena no lo deja.

 

Y allì, va cada día

lo veo desde el molino

transpirando angustia

sangrando esfuerzo.

 

¿Quisiera alguien explicarme?

qué otra cosa les depara

a las mujeres y los hombres

de las minas de latinoamérica

la muerte se anticipa

y desvela.

 

Lo veo desde el molino

a la espera

se bien que èl tambièn la espera

que la muerte lo libere

para encontrarse 

con el sol pleno

brillante en el cielo.