Mi alma acongojada estaba, Sin motivo alguno, mi pasado se hacia notorio en cada momento, en pensamientos y en cada latido, ya mis miedos corrían apresurados al encuentro.
Mis ojos se entristecieron lágrimas rodaron, la mente y el corazón se desenlazaban y mis ansias de volar llegaba a su fin,. Mis planes de día a día se quedaban plasmados en el olvido de mis pensamientos, me desmoronaba lentamente. Sintiendo vergüenza de aquello que me encadenaba de aquello que hería mi alma.
Trate de buscar respuestas pero sentía aquella Afasia, y con la impotencia, musitaba, gritaba! dolor y rabia. Mi cuerpo se perdía con mi alma abrumada, de caía mi vida cuando mas me alejaba, mis lágrimas rodantes sobre mis mejillas se desvanecían y con rencor te desprendía, y gritando decía, dónde estabas en esos momentos cuando mas te anhelaba?.
Corrí despavorido en lugares donde no te encontrabas, corrí entre las multitudes tratando de pasar desapercibido, quise Ahogarme en la densa neblina de un mundo de oscuridades, Por un Momento sentí verlo logrado. Pero sentía un frío que abrazaba mi cuerpo y un miedo que aterraba mis noches.
A lo lejos escuchaba una voz que me decía hijo mío porque huyes? Porque te alejas de mi? Si yo di mi vida por ti en aquella cruz de madera, y con mi mano abierta recibía y perdonaba tus pecados.
Javier Casaux