Silencio cruel que solo se encarga
De enterrar la esperanza de una vida anhelada
Háblame por Dios,
Quiero escuchar ése latido
Que me diga que estas vivo,
Que aun existes
Frío silencio que congela el alma
Y mata la esperanza
Se ahoga el llanto
Mueren por siempre las palabras
Muere la caricia esperada
Queda la sombra del beso
En el espacio de la nada
Y los brazos abiertos
Y vacíos por siempre.