Llegamos a aquel santuario donde vamos a jugar,
Con luces a medio tono, todo comienza a vibrar
Y de inmediato te beso y comienzo a acariciar
Ese cuerpo que deseo por completo devorar.
Miro esa cama vacía, ya comienzo a maquinar
Las locuras y delicias que vamos a disfrutar,
Tu mirada me seduce, me comienzo a calentar
Y en mi boca con tu aliento, siento tus labios temblar.
Te desnudo lentamente y no me pones objeción,
Solo caricias te brindo y así comienza la acción,
Te sumerjo en la bañera y disfruto con la ilusión
De que seas mi sirena navegando en la pasión.
Los pétalos de las rosas veo tu cuerpo bordear
Y en la tibieza del agua te excitas hasta rabiar,
Las llamas que estoy sintiendo me comienzan a quemar,
Salen todas de tus poros y disfruto verte gozar.
Ahora empieza la locura de este encuentro celestial,
Yo te cargo entre mis brazos para en la cama iniciar
El más ardiente holocausto en ese cuerpo virginal
Y con dulce sutileza te comienzo a penetrar.
Es una noche perfecta de un encuentro placentero,
El choque de dos pasiones que se entregan por entero,
El silencio inunda todo y entre mis brazos te enredo,
Dos almas que se fundieron entre besos y te quiero.