Tú brillas aún en la hora de la luz perfecta...
aún en el cenit tu luz y calor me tocan
y alimentan mi inspiración y cosecho
para ti, el fruto de mi corazón
y del sentimiento arraigado en el.
Tu luz es continua en el cielo de mi existencia...
ni el día de la felicidad más radiante,
ni el día de la más nubosa tristeza,
superan ni opacan tu brillo...
Mis ojos te miran siempre por encima,
de los días soleados y los tormentosos.
Reluces por ti misma, tu luz no hiere mi mirada,
ni tu calor calcina mi piel... le dan la vida
a mi amor... al constante retoño de mis versos ...
Sostienes la vida de mi sentimiento,
como el sol sostiene todo cuanto vive.
Eres la estrella de la noche y el día...
porque aún cuando el sol salga...
tú sigues brillando en mi cielo...
Para ti no hay ocaso ni amanecer...
Eres y serás... la única estrella
y el único sol en todo mi cielo.