En el desierto moral
Se encuentra inmerso este mundo
Con gran nauseabundo hedor
Donde ya se vuelve urgente
Rescatar el pundonor.
Surgen neo-dictadores
Que aplauden enardecidos
Todos los buitres amargos
Que aspiran tener un cargo
Mañosamente adquirido.
Hoy le tocó a Venezuela
Enfrentar al dictador
Que le impuso \"el comandante\"
Y su pueblo se rebela
Con patriotismo y ardor.
Mientras, callan las naciones
Que dirigen socarrones
Que del honor nada entienden,
Pues al derecho antes ponen
Los intereses delante.
Ante aquel \"dolor de muelas\"
-pues les infunde temor-
Se muestran despavoridos,
Temor al grito de ¡basta!
De ese pueblo enardecido.
Quizá temor a perder
El control que han detentado,
Con la palabra ganado
Tras de mucho prometer
Lo que pudo ser y no ha sido;
O el derrumbe de su casta.