Descansaba la luna
que colgaba en el cielo,
una noche de tantas,
y que ahora recuerdo,
observaba su cara
y su cutis perfecto,
con los labios cerrados
y los ojos abiertos,
me miró en un instante
y volví de mis sueños,
con su rostro dejando
un sutil embeleso,
un espacio con magia
donde abundan los elfos,
las fontanas doradas
y el rincón de los versos...
Descansaba la luna
y sentí, muy contento,
a su rayo de plata
revolver mi cabello,
era un roce preciso,
un sutil embeleso,
la caricia preciada,
necesaria y sin precio,
y mis ojos buscaron
los espacios abiertos
donde late la vida
desvelando secretos,
donde el hombre trabaja,
con ardor y sin miedo,
por lograr su comida
y el abrazo y los besos...
\"...Descansaba la luna,
reposando en un lecho,
donde duermen las hadas
y los niños traviesos...\"
Rafael Sánchez Ortega ©
23/04/18