Orgullosa y respondona,
no acepta nunca una derrota
y si acaso llegara a perder una
pues entonces la truca
y la arrebata y no sabes
cómo has perdido la última.
Cada mes, llora por nada
y me hace responsable al acto
se enoja si me alejo por callada
y me acusa de falta de tacto
siempre sabe todo y nunca falla
y ante eso; no sé nada
Luego, da un violento giro de timón
y, con ternura infinita
pareciera que va a pedir perdón
pero echa una carcajada cortita
y luego de una mirada contrita
todo queda en intención
Pero ella es así, sólo así
y cambiarla sería no quererla
quizá si ella escribiera aquí
describiría que no soy una perla
y contaría lo mismo de mi..
Pero vaya… ¡que es delicioso verla!
qué se va a hacer… la quiero así.