La vida del hombre y su convivencia diaria con los demás hombres, debería ser un poema. Cuando abrimos los ojos por la mañana, Dios nos regala una hoja en blanco para escribir una hermosa historia o un poema que cuente qué hicimos por tratar de hacer de la historia de nuestra sociedad, sea cual sea, una historia hermosa, rítmica, armónica.
Hoy en día, el poema que estamos escribiendo no tiene ritmo y sus versos no hacen rima. La historia del hombre se torna confusa y sumamente difícil de entender. Si alguien ajeno a los hombres mismos la leyera, se daría cuenta de inmediato que, lo que ahí se cuenta, es un verdadero caos con características apocalípticas. Pareciera que la guerra, la falsa política y una democracia a todas luces inexistentes fueran la pluma o el lápiz con el que los hombres estamos destinados a levantarnos día a día y escribir sobre ese blanco papel, nuestra historia diaria.
La vida como la poesía, tiene métrica, ritmo y en ocasiones rima; en ocasiones se torna metafórica, pero eso da hermosura estética a nuestro vivir, nos deja ver las cosas desde otros puntos de vista. Todo lo que nos permite crecer como seres humanos y vivir mejor sin afectar a nadie más, es poesía. Dar pan al hambriento, cobijo al que tiene frio, amor al solitario, es poesía. Sin embargo, leyes como la inmigrante de Arizona, o las guerras, o los asesinatos, rompen con lo preciosista que debería ser el poema de la historia del hombre, por que en todos esos actos se rompe el principio primordial de amarnos los unos a los otros. Actos como estos, son antiestéticos. No tienen métrica, ni ritmo y mucho menos rima. Son pues, argumentos inconexos sacados de lo más superficial del intelecto humano.
Cada hombre de este planeta cuenta todos los días, con una hoja blanca llamada día, para escribir algo en ella y hacer que lo que ahí se cuenta y describe, sea algo hermoso. Todo acto que hacemos por nuestros semejantes y que nos hace sentir limpios, mejores seres humanos, que nos hacen suspirar, son parte de una hermosa historia que podemos contar hoy. Vivir en armonía es hacer versos hermosos, con métrica perfecta, con ritmo y con rima. Eso, para mi, es la poesía de la vida. Para ti, ¿Qué es la poesía de la vida?