¿Volverán mis ojos a deleitarse
a la vista de tus labios?
¿De nuevo amenazará mi corazón con derrumbarse,
o seguirá este ritmo de latidos apagados?
Nunca más, le dije.
Y a la vista está que no me he equivocado.
Nunca más. Yo ya he dicho esto...
(También erré, por cierto)
Nunca más, le dije.
Pero una cosa tengo claro.
Que hubo un día
en que el viento
me trajo tu aliento
y nuestros ojos se miraron.