AMOR Y VIDA
Ayer miré los bellos arreboles
el cielo impreso de figuras acolchadas
sentí el volar de las preciosas aves
surcando el infinito ansiosas y agotadas
con su aleteo y su mirada al suelo
donde posar para empollar sus huevos
y en mi pecho el corazón más palpitaba
Sentí la vida que pronto ya brotaba
el milagro santo y hermoso se acercaba
para adornar el paisaje mañanero
que en pocas horas su bella claridad vería
con los rayos del sol que lentamente
su belleza sin igual sería adornada
y las alas de estos seres desplegaría
un canto de amor, libertad y alegría.
Cuanta emoción se siente en el alma
el poder contemplar el universo
tan hermoso extenso y grandioso
que incita a pregonar de él los versos
atrapados en las aguas, los helechos
en las cumbres donde el águila reposa
y observa las corrientes sigilosas
del riachuelo cristalino y fresco.
El cielo al igual que yo también miraba
y embelesado por hallar tanta hermosura
con sus lágrimas de amor feliz regaba
las praderas tapizadas de color
donde se haya la raíz y la semilla
que engalana florecida y con verdor
y se sostiene con fuerza y con valor
de seguir alimentando su alegría
que hace surgir en él universo, amor y vida.