Llueve sobre mojado.
El Sol sobre la hoguera.
La canción sobre el ruido,
de la fiera tormenta.
La palabra que encubre,
la verdadera idea.
La idea al pensamiento,
que vacilando queda.
Las razones veladas.
Nacidas de mentiras.
En el fondo lo auténtico.
Lo falso por encima.
En la noche perdida,
la sombra decidida.
Los pasos invisibles,
sigilosos caminan.
Sin desvelar su acento.
Que solapado priva,
de la verdad la vida.
Aviva el sentimiento.
La ternura y la risa.
El regalo de un beso,
plasmado sin malicia.
La música que nace,
de la profunda sima.
Donde lucha la idea.
Donde la esencia flota,
de amor enriquecida.
No se encubre la entrega,
de una madre a su cría.
Ni la fuerza del miedo,
que destruye la dicha.
El violento se oculta,
entre falsas premisas.
Barnizando las formas,
para hacerlas distintas.
De terciopelo se hace,
la palabra que anima.
De colores brillantes,
las bellas melodías.
Las caricias de miel.
Los susurros de almíbar.
Los besos de matices,
cuando así se decida.
Las miradas de mundos,
de infinitos carismas.
Llueve sobre mojado.
Aunque a veces la lluvia,
a lo empapado limpia.
A. L.
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