itxaso

Veredicto

 

INCERTIDUMBRE

El pecho aplastado por la carga intolerable,

el corazón desbocado,

seca la boca,

 los músculos contraídos,

 crispadas las manos,

húmeda la piel

y la razón turbada.

Trémula en espera de la verdad,

de una realidad incierta,

agazapada entre sombras

oculta a la simple mirada

existente e impaciente

y tan trascendente

que puede cambiar la vida

o no modificarla en absoluto

 

Y mientras llega el ansiado

 y detestado instante de la revelación

me consume el miedo y la desesperanza

 

 

LA ESPERA FINAL

Pensar

¿Acaso es posible no pensar

si todo el presente se ha detenido

mientras acecha la sombra oculta?

No pensar

¿Acaso es posible pensar algo

mientras los fantasmas

se desvelan e interpretan?

Saber para no saber

Esperar el punto de inflexión

Esperar el cambio o la continuidad

Desear un presente infinito e insoportable

porque la incertidumbre es más dolorosa

que la propia malignidad

 

En estos últimos minutos

me aferraré al todavía posible

 ¡ todo bien! ¡No hay problema!

 

Aún tengo segundos para la esperanza

 

 

FALSA ALARMA

El corazón encabritado reposó al fin

tras el pavor exacerbado que le fustigaba

Desapareció la noche de  mis ojos

y volvieron los colores a mi retina.

No descanso para saborear

el placer que da el descanso

y con los brazos bien abiertos

quisiera acaparar todos los minutos y las horas,

calentarme al sol que ha vuelto a salir

entre los agobiantes nubarrones

que encarcelaban mi pensamiento.

Tal es la sensación de libertad

que produce la supresión del miedo

 

Pero... ¿hasta cuándo?