Del fruto de mi pasión
se cultivan poesías,
semillas de dolor
palabras en reproducción.
Disfruto con el desahogo
removiendo la turba de la vida,
preparando lo plantado
que a veces nos enturbia.
Dando ácidos limoneros
y regando con lo que considero,
que es agua a lento fuego
por culpa de sentimientos hirviendo
y lágrimas en ebullición.
La flor crece en este estadio
y en otros plasmados,
cuanto mas alma dejo,
de mas hermosura
se nutre el árbol.