Al Duborg

Mente, siempre mientes

Albacea de mis sentimientos

amiga que en el bullicio de mi razón albergas

la que escucha el llanto amargo de mis tristezas

tú le das lectura a mis alegrías y quebrantos

 

 Ambigua  sin rostro

   éter inhumano vestido de miel,

ante tu carácter me postro

me acosas  como traidora fiel.

Brújula sin rumbo fijo

viento que lleva mis velas

muchas veces, sin regocijo.

 

¡Tu voz, secuestra mi voz…!

 

Eres el eco en que divago

 el laberinto de mis penas

vivo en el limbo esclavo

porque tú me alienas,

¡te suplico!... ¿cómo hago?

 

Te cuelgo a la soga

después de cada reclamo

siento destellos de felicidad

la que tu insistencia ahoga.

 Psiquiatra que mis deseos privas

dame otra noche en el diván

vivo en  tus fórmulas  adictivas

¿Hobbes, cómo vencer al  leviatán?

 

 Atado a tus faldas

te has convertido en mi verdugo.

Inseparable, inteligente,

 ¡condenado en libertad…!

¿no sé si amarte?

¿no sé si odiarte?

¡Mente, siempre mientes…!