Ya tengo la edad de escuchar a Sabina para ennostalgiarme
de morir por volver con la frente marchita
como dice en aquella canción que decía Gardel.
Irreverente soledad como postdata
caigo en cuenta vivo entre recuerdos
y el anhelo de nocturnidad de bares
Hoy no me pondré el pijama
a ver si hiela la noche
y empiezo el final por el comienzo
No me esforzaré para recordar qué decían los versos perdidos
de mi primer poema en la escuela
porque con esta edad de oír a Serrat para entristecerme
es un sacrilegio acostarse para no soñar
es desperdiciar insomnios
porque no hay café