La primera con sus luces y colores
de a poco va pasando
sin llegar a ser verano
convirtiéndose en otoño
gris, ventoso, desolado.
Hojas que caen como lágrimas
desnudando el alma
de los mas gratos recuerdos
momentos vividos
que quedan desperdigados
rotos por el suelo.
Una brisa del sur,
que cala hasta los huesos,
despoja de su follaje
a un corazón otrora florido
henchido de sentimientos
que se va marchitando,
al emprender hoy,
su alejamiento.
En arboles resecos
nos fuimos convirtiendo
cuando ayer éramos robles fuertes
que resistían,
al más bravo de los vientos
defendiendo a toda costa,
los sueños de este cuento,
donde tu y yo nos embarcamos
como compañeros de viaje
que encontramos un camino,
más solo eso fuimos,
viajeros, no destino.
-. Par
28042018
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