Margarita García Alonso

En el verano 

Fue en el verano del 2006

cuando perdí al gato,
bajo la lluvia

busqué su maullido.

En el bosque normando,

envuelta en sombras,
deposité un platillo de leche

y vigilé siete noches seguidas

la vieja de la casona.


Pongo en consideración mi caso:
es en el lado izquierdo que el vaso

roto invoca a la escama

que desciende al pie
y me brusca el vientre

donde escarban hormigas.

Tuve un hombre,
nada era suyo,
le inventé del gemido
hasta el poro que cierra.


Tuvo éxito, engranaba palabras

zurcía la creencia.


Durante años fui su puta
me inventé humana
y nada me pertenecía,
del aire hasta el pulmón
sonaba hueco.

Pero tuve éxito: colmé
el exceso y la demencia.


No le faltaba razón: el resto ha sido
de una humillación tremenda.


Estoy dispuesta a emprender el mismo viaje
aunque el viento barra las callejuelas
y oculte al animal en cualquier parte.

 

de Cuaderno de la herborista, 2012

Ya que no he podido entender a los Hombres,

recorto y coso pero no me sale un humano,

me dedico a las plantas.