Antonio Encinas Carranza

Que me perdone el Cielo

Te conocí un día cualquiera,

y al tratarte poco a poco,

día a día,

me fuiste sorprendiendo.

Con tus detalles, con tus cosas.

 

Con el pasar del tiempo

Me confiaste tus secretos escondidos,

Tus buenas y malas experiencias,

Te aferraste a mí sin conocerme … un poco, siquiera.

 

Reías y regabas tus ojos

con lágrimas largas y tristónas.

 Llorabas riendo mientras hablabas

 Yo solo atinaba a escucharte en silencio.

 

Si te aferraste a mí, es porque todavía tu corazón palpita.

Porque tienes vida para amar.

Porque necesitas ser amada.

Porque encontraste en mi la fe perdida.

 

Ahora nadie podrá arrancarte de mis más

Profundos sentimientos y de mi existencia.

Y pienso adorarte y bendecírte toda la vida.

Porqué he llegado a quererte con toda mi alma

 

Ni tu, ni yo somos culpables

Culpable es quién nos junto.

Y no estoy juzgando a nadie.

Los dos estamos pecando … si esto es pecado.

Tu por quererme y yo por adorarte.

 

Si es pecado este amor … si amarte es un delito,

Que me perdone el cielo, porque amar es una Gracia Divina,

Si no es así, moriré pecando. 


… aunque ya no estés conmigo

... ya no podré olvidarte 

... porque te sigo amando

y te amaré toda la vida.

 

Antonio Encinas Carranza