Fabricio Terán

Poema laxo

Al fondo de la tarde

el gran ojo de la naturaleza

es cegado

por medusas

medusas de tiempo

que se suman entorno…

 

Un guardián aburrido en una atalaya

parece poder tocarlas

con su cabeza sudorosa

ya muy calva

y sucia

con los calambres

de sus manos

maduras

pero no es verdad

porque no son medusas

sino nubes

recónditas

 

Abajo

los coches detenidos

que cuida

aguardan en hileras a sus propietarios

el guardián los observa

nuevos

diversos

brillantes

como las prendas que llevan

las falsas medusas

 

Y luego

con desdén

con reproche

con los ojos a punto de cegarse

por otras medusas

medusas de rabia

mira en el rincón

dentro de la atalaya

a su bicicleta

oxidada

opaca

detestable

 

Y los coches detenidos

vistos nuevamente desde arriba

parecen más lejanos

que las medusas de tiempo

es decir

que las nubes

que hace unos segundos

cegaron al Sol