Regresan las viejas temperaturas escritas a lápiz
y tu andadura sobre el beso de mi sangre
a todos nos mejora la bondad del alba
con su ambigüedad de senos navegables
heredo la tempestad de no requerirte
y es como venir a este mundo
sin rostro para habitar un olvido
máscaras frenéticas del ángel exterminador
devenir salvaje arrojado
con el ímpetu de tu duermevela
aullido de inalcanzable tesitura
que excarcele mis pies
y los aleje de la quintaesencia animal