Emil Cerda

Trauma II

“Como a los cinco años me alisté,

Estaba trapeando, era en lo que anduve.

Ella, me reprobó, y llegó a decirme:

Ven, te lo quiero meter, y no fue súper.

 

“Luego, lo hizo por semanas;

Me encantó tanto que despisté

A mi manera de andar,          

Era yo un ninfómano con miles…

 

“De cosas, era una hija de puta,

Me encantó que ella me violara,

Me volví su adicción, y fui suya.

¡Diablos! Primera mujer, pantas.

 

“Te pido tus podridas tupiciones, me lo metió sin condones, no obstante, el VIH me susurró que si se venía, él también venía… Fue tan doloroso, que esa hija de su madre, me lo hizo una y otra vez, el límite de la personalidad tuve, pero estuve en tu tú-pe, no fue lo que deseaban sus bunkers. El Demonio ya no está en mí, sólo lo canalizo y analizo cómo Ana Melano lo atemoriza… Si yo fundo un nuevo idioma, sería el de cómo escapar del ser humano. Es como si alguien me dice Yes, y yo le digo: No, macagrano.

 

“¿Tú deseas algo de alguien?

No lo hagas, sal de ese estanque.

No te lo recomiendo, Sánchez,

Tu madre te lo dijo, hazte

 

“A un lado.

“Yo moriré pronto. Todo es como me lo dijiste, todas son putas, todos somos mujeriegos. Me rio porque soy sincero, fumar marihuana es lo dicho por los…”.