Autora: Rossi Er
De la vida, me bebí sus ilusiones,
lentamente deguste sus sinsabores
y aún con el alma triste, entoné
en silencio mis canciones.
Siempre caminé erguida y sobria
mientras la nostalgia y la soledad,
danzaban a mi alrededor como una noria.
Por las sendas tapizadas de hojarasca,
o por los caminos inciertos del destino
siempre en alto sostuve mi cabeza,
siempre de frente
ante la más dura borrasca.
La vida nunca es fácil pero es bella,
nos apremia a ser fuertes y guerreros,
y nos obliga a proseguir junto con ella.
Hoy miro atrás y hago un alto en mi camino,
me siento bien, me siento satisfecha,
porque le he dado la pelea a mi destino.
Me hecho fuerte, más humana,
soy más sensible, más poeta,
cultivo las ilusiones de un mañana,
bebo la vida a sorbos...
y de ella, me proclamo apologeta.
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