Si dices lunes, cumple por favor, pasada las 12, cambia el día
y tu palabra no se cumple.
Si no has de venir
anuncia tu ausencia.
Si la hora pactada te ha ganado
prepara una disculpa para el caso.
Si no quieres
existen dos palabras para hacerlo saber: no quiero.
Y si quieres abrazarme,
solo ven sin calendario ni reloj
y para ello te pido no te anuncies
ni pienses en alguna hora exacta
que para el cariño no hay excusas ni fechas perfectas.