Iba todos los dias al mas alto cerro, mas su carpa, galletas y bebidas, le gustaba mirar detenidamente la ciudad desde aquella altura misteriosa, todo lo que se producia, el pronunciamiento del sol, el fondo infinito del cielo, luego, como los colores iban degradandose en el arte hasta oscurecerse,apareciendo la luna que con su luz iluminaba el estero, como asi tambien su fabricado hotel y 10 arboles a la redonda, le gustaba cantar y jugar con las estrellas, que formaban todo tipo de figuras acompañado del sonido del silencio , que era mas que todo, la sinfonia de la naturaleza.
Cuando volvia a la ciudad, se daba cuenta, que nadie veia lo que a el le gustaba ver, la gente solo estaba pegada con la cabeza gacha a sus celulares, el unico sol que veian era el brillo maximo de la pantalla, el cielo era el fondo de pantalla caracterizado de cielo y la luna aparecia cuando el celular quedaba en blanco, para luego parpadear como las estrellas y apagarse por completo y quedarse de noche, ah y acompañado del ringtone tipico, ¡que vida!