Se guardan con nostalgia pensamientos,
que encierran con recelo los secretos,
más íntimos dormidos e inconcretos,
que fueron imborrables sentimientos.
Personas con fineza y buen talante,
causaron en nosotros sensación,
pero nuestro temor fue el gran causante,
de perderlas sintiendo frustración.
Su recuerdo nos causa el cosquilleo,
similar al vivido en tiempos idos,
sí soñamos despiertos hay deseo,
sin duda nos volvemos atrevidos.
Si de pronto con ellas nos cruzamos,
después de algunos años, ríe el alma,
con un cordial saludo despistamos,
y habrá conversación con toda calma.
Guardamos la alegría y continuamos,
recordemos la vida: es de momentos,
melancólicos siempre aquilatamos,
esas historias como nuestros cuentos.
Debemos disfrutar lo que tenemos,
el tiempo apresurado va pasando,
provoca que experiencias evoquemos,
tesoros que en la mente van quedando.