Me ha llegado una ofertilla
pa’ viajar al Nueva Yor,
asiento con ventanilla,
un menú de lo mejor
y premios por cada milla.
Ya me veo yo por USA
sin saber nada de inglés,
con habla medio inconclusa
de un castellano al revés
y alguna idea confusa.
Y tienen los rascacielos
otra cosa que me asusta
y me pone de los pelos;
les voy a cantar la justa:
el señor Trump no me gusta.
Además, hay mucha gente
y yo soy un solitario
que sueña frecuentemente,
un joven septuagenario
a los cambios reticente.
¿Por qué cuento lo que cuento?
Porque estoy más aburrido
que rockero en un convento
y nada se me ha ocurrido
que matice mi momento.
No voy a aceptar la oferta,
que Nueva Yor no me espere,
dejaré la puerta abierta,
que ingrese -si así quisiere-
la inspiración encubierta.
Entonces yo les prometo
volver al romanticismo,
versos libres o un soneto
para mí será lo mismo
(salvo que venga algún nieto)
Y haciendo esta salvedad,
tengo una buena propuesta
iré por su majestad:
mi cama y la buena siesta
¡Esa es la puta verdad! (*)
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
(*) Mis disculpas. En donde dice \"puta\", léase \"pura\". Error de tipeo, gracias.