Noel salinas

TIERRA DE ORO

¿En qué momento fuera, que no fuimos más nuestros?
¿En qué momento absorto de tedio taciturno
nos vimos alejados del plácido nocturno
en donde se nos viera, de \"amándonos\", cabestros?

¿En qué fugaz instante; primor palidecido,
le dimos al cansancio, permiso musitado
de vernos con el cuerpo, raído y agotado,
borracho y pesaroso de celo entumecido?

¿A dónde se nos fueron las cálidas promesas
de amar en ejercicio frugal e iridiscente?
¿Será pues que en el tiempo, amargo y estridente;
se nos perdió la dicha, cual masas en artesas? 

Serpiente de dos colas, el destino,
que muerde con sañuda diplomacia;
bendita esta maldita intemperancia
matándonos mejor que el asesino.

Perdóneme la madre de los hijos
que habitan este suelo inmaculado,
en donde se olvidó lo que fue amado
alguna vez con fiel amor prolijo.

Y que esta Tierra evoque la decencia
de toda la pasión que fue olvidada
y caiga ante nosotros la cascada
de un escarmiento afín; de penitencia.

Pues éstos, los amantes taciturnos
que con el tedio se han acostumbrado
a poseer aún lo jamás dado,
tendrán castigos crueles y diuturnos.

- Noel Salinas