Richard Soriano

AJENA

Suave sentir, vívido calor de tus besos, 

Amando a escondidas como fugitivos,

Cuando juntos estamos brilla la luna,

Con fulgor que hasta el sol la cela,

Quiero soñar  con el roce de tus labios esos,

Con el amor intenso nuestros encuentros furtivos.

 

Aunque cada mañana no pueda infortunadamente

Despertar a tu lado con caricias mañaneras, 

Por ajena ser, y de mi vida lejana,

En sus amaneceres me piensa, frecuentemente,

Extraña las manos, que la acarician amena,

Que con pasión le aman de mil maneras.

 

Pensar en perder la pasión es su  delirio,

Desear su amor con denuedo es su locura,

Cada encuentro de amor es un derroche,

Entre tertulias y amores es nuestro idilio,

De amarse hasta el filo de la cordura.

 

Sí perdiese con  pena, este amor iluso,

A escondidas eterno,  pues es ajena,

En su vida me he vuelto un intruso,

Con dolor y profunda pena,

Y con futuro un tanto difuso.

 

Aunque hable y critique la gente, 

Que no sabe el amor que profeso,

Este amor oculto, mi pecado de vida,

Culpable de amar me confeso,

Aunque el castigo sea inclemente.

 

Ajena serás por muy poco,

Pues muy pronto diré al entero mundo,

Qué más vale un soñar despierto

Qué un dormir sin sueños,

Aunque dirán que estoy loco,

Y que lo nuestro no es con futuro,

Diré desde mi alma en lo profundo,

Qué suyo sere y yo seré su dueño. 

 

Richard Soriano