La lluvia
La respuesta que esperaba
de una dulce enamorada
pasaban las horas
y esa respuesta no llegaba.
Hoy llovía, desde mi ventana observaba como el agua caía y la cordillera se pintaba de blanco, mi corazón latía,
en espera de una respuesta
que cambiaría mi vida.
El calor interno de mi habitación
se contrastaba con el frío externo,
los ventanales se empañaban
gotas de agua se deslizaban,
igual a las lágrimas
que bajaban por mi rostro.
Las horas pasaban,
la respuesta no llegaba,
yo me fundía en la incertidumbre
de mis pensamientos,
seguía observando la lluvia
que caía y arrastraba las hojas,
sin saber donde ellas irían.
Los minutos se hacían horas
el calor de mi habitación
no era lo suficiente
para calentar mi cuerpo,
mis manos temblaban de ansiedad, sabiendo que una frase
podría cambiar mi vida
para siempre,
dejándome en soledad
o lleno de felicidad.
Los caminos de la vida, son los caminos de “Dios”.
Autor: Hernán R. Cornejo Véliz