Mi amada y linda señora
he recibido su carta
donde me expresa que añora
aquel querer que le daba
el cariño bonito señora
que enamorado pregonaba
y que lamentablemente ahora
luce huérfano en su almohada.
¿Se acuerda linda señora
los poemas que me inspiraba?
palabras que se quedaban cortas
tantas con las que le expresaba
a usted mi bella reina, mi diosa
aquel amor que me ahogaba
y arrogante y pretenciosa
de mi buen amor se jactaba.
Debo decirle señora
que me entristeció mucho su carta
quisiera tenerla ahora
frente a frente, cara a cara
y decirle que mi musa llora
cada día, cada mañana
porque la tengo señora
cual daga encajada en el alma.
También le contaría de las horas
que no me canso de pensarla
porque mi corazón señora
de día y de noche la extraña
hay momentos en que la soledad me acongoja
y me la recuerda con saña
he querido salir corriendo, a buscarla, señora
y gritarle que no he podido olvidarla.
Pero lamentablemente señora
ya esto es historia pasada
y aunque mi corazón la adora
hoy todo un mundo nos separa
si mi pecho sufre, que importa
Seguiré ocultando la pena que lo embarga
fingiré que ya no me duele señora
aunque sé, que usted sabe de sobra
que la tengo sembrada en el alma.