Sus ojos, la ventana al sol
donde solo asomarse se antojan besos.
Su boca, mi mar de encantos,
para navegar en cada efluvio de miel que de ella brota.
Sus manos, las que vuelven mi cuerpo poesía,
cuando sobre mi piel se pasean como alas de ángel.
Sus piernas, espacio para entrelazar las mías,
donde froto cada fluido de pasión que de mi frontera se desliza.
Su pecho, lugar exquisito, donde mi alma se convence,
de que existe felicidad y plenitud al unísono.
Es que sencillamente resumo…
que su cuerpo y el mío, son la perfecta sincronía de:
Amor, Pasión y Ternura.