No me quiero despedir
sin decirte lo bueno que ha sido sentirte
lo bueno que ha sido tenerte
lo bueno que ha sido amarte
lo bueno que ha sido estar en tus brazos
aun cuando no hayas sido mía del todo
y solo sea un escape de tus deseos.
No se si haya sido la primera vez
que tientas a la infidelidad buscando la felicidad
para entregarte a la fantasía del deseo.
Si es la primera vez
que te arrojas al pecado sin rubor
y eximes a tu voluptuosa piel
de las ataduras de la moral
y quiebras los mandamientos
como si fueran cristales
he sido la carnada de tu
tu ensayo y error.
Se que solo buscabas recrear
la lascivia con un poco de sexo.
Tal vez fueron las dos cosas
y fui el último en darme cuenta.
Pero es hora que salga aunque a tienta
de la madeja de tu telaraña,
ese difícil camino de laberintos
donde tus labios eran
la gruta de entrada
y el canal de tu entrepiernas
la llegada al mar de sabores añejos
que me llevó a ti.
Bien sabes que mi amor es desechable;
está lo mismo en un gran escaparate
como en el mas recóndito basurero.
He sido en tu vida un usurero
no solo por desearte o amarte.
Sino porque soy reprochable
de eso tu mismo das cuenta
y aunque nubles los ojos
bien sabes que los pecados no dan renta
no puedes pasar la vida de hinojos
porque sería una afrenta.