Acabó tu “Mastergate” con el prestigio
de esa inicua Universidad Rey Juan Carlos
y a sus alumnos debería espantarlos
el ver que allí, de decencia, no hay vestigio.
Quedó clara, de tu máster, la falacia,
cuando algunos periodistas descubrieron
que, por tu cara bonita, te lo dieron,
en esa institución, caída en desgracia.
Como gata panza arriba, resistías,
de tu máster la valía defendiendo,
a pesar de que ya se iba conociendo,
por alumnos, que tú a clase no asistías,
que se falsificaron actas, con firmas
también falsas, de aquel falso tribunal
que evaluó aquel falso trabajo final
de tu máster, que haber defendido afirmas,
aunque no aparece, pues nunca lo hiciste,
y, con cínica actitud y mucho morro,
te pasabas las noticias por el forro
y hasta en la tele, inclusive, apareciste,
con ese diploma que no merecías.
Te negabas a admitirlo y dimitir
pero ya te fue imposible resistir
al saberse un pecadillo que escondías,
desvelado en un vídeo que grabaron,
tras de ver que, “por error involuntario”,
unas cremas, marca Olay, del inventario
del Eroski al tuyo propio se pasaron.
Bien claro se ve en las imágenes cuando,
metida en un cuarto, momento humillante,
en tu bolso hallaron, registro mediante,
las dichosas cremas que estabas mangando.
Gota fue que colma el vaso, la emisión
de ese vídeo del bolso y el artículo
y fue tan bochornoso tu ridículo,
que te abocó a presentar la dimisión.
Del apoyo de Rajoy, vana la espera
resultó y no dijo “Cristina, sé fuerte”,
firmó, por contra, tu sentencia de muerte
política, al afirmar “la quiero fuera”.
Por cierto, es posible que fuera un montaje
genovés lo de las cremas en tu bolso
y las metiera algún tipo habilidoso,
para hacer posible luego el reportaje.
Sic transit gloria mundi, cara Cristina,
cara gloriosa que un máster mereció,
y, aunque roja de vergüenza, apareció,
con la crema Olay, al menos, tersa y fina.
© Xabier Abando 04/05/2018
(*) https://youtu.be/u-LljxH-GoI
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Caso_Cifuentes