José Luis Barrientos León

A mi amigo Elvin

 

Retumban los ecos del pasado

Una pelota de básquet saltando ligeramente

Cadente, como latidos de un corazón joven y aventurero

Un pensamiento indomable, una voluntad sin quebranto

Como fluido de sangre vital, nos asechan las memorias

La brisa sacudida con divina intransigencia

Un ser valiente que se erige viviente, entre mis recuerdos

La presencia inagotable del amigo entrañable

Mensajero de esperanza entre la zozobra de los tiempos

Se han doblado las alas, pero no se detiene el vuelo

Aun fluye amorosa tu figura en el campo de la vida

Un tesoro manifiesto, en hermosas estaciones

Los tiempos recorridos han forjado el camino, un manantial fresco de gracia pura

Ha dado paso a la vida de un corazón humano, dichoso.

Aun te contemplo en el juego, en el aula y el recreo

Aun se coronan mis días con tu abrazo y tu afecto


No llegaran los cansancios a la imagen en mi alma

Y opuesto a las décadas fluirán de nuevo deleites de primaveras, de nostalgias dulcemente quebradas por el viento de los años,

Se anegarán mis labios como un vino, para gritarte mi amor,

Hermano.