Retumban los ecos del pasado
Una pelota de básquet saltando ligeramente
Cadente, como latidos de un corazón joven y aventurero
Un pensamiento indomable, una voluntad sin quebranto
Como fluido de sangre vital, nos asechan las memorias
La brisa sacudida con divina intransigencia
Un ser valiente que se erige viviente, entre mis recuerdos
La presencia inagotable del amigo entrañable
Mensajero de esperanza entre la zozobra de los tiempos
Se han doblado las alas, pero no se detiene el vuelo
Aun fluye amorosa tu figura en el campo de la vida
Un tesoro manifiesto, en hermosas estaciones
Los tiempos recorridos han forjado el camino, un manantial fresco de gracia pura
Ha dado paso a la vida de un corazón humano, dichoso.
Aun te contemplo en el juego, en el aula y el recreo
Aun se coronan mis días con tu abrazo y tu afecto
No llegaran los cansancios a la imagen en mi alma
Y opuesto a las décadas fluirán de nuevo deleites de primaveras, de nostalgias dulcemente quebradas por el viento de los años,
Se anegarán mis labios como un vino, para gritarte mi amor,
Hermano.