Capullos de nieve,
caen sobre
la rosa de
nuestro amor,
como caen
las hojas,
que son lágrimas
del viejo árbol,
me quedo
sin corazón,
en jirones te
lo llevas tu,
un estilete
cruel,
hace grietas
en mi alma,
no soporto
el dolor,
de no estar
contigo,
no quiero
ser,
tu hombre
del olvido,
ni el desencanto
de una noche,
quiero tenerte
a mi lado,
sin pasado
ni recuerdos,
sin reproches
ni juramentos,
hagamos
de cuenta,
que recién
nos conocemos,
que yo vivo
en la tierra,
y tu,
en el cielo,
que un hilo
de cristal,
se enreda en
nuestros cuerpos,
y nos acerca
como si fuera
un mandato
divino,
para que
juntos,
al fin,
resultemos uno,
quiero tenerte
a mi lado,
no quiero ser
tu olvido.
Víctor Bustos Solavagione