Deja de verme en mis sueños,
deja de estremecer mi envoltura,
deja de quitarme el suspiro calinoso,
deja que me quede en tu alma callada.
Como hojas en primavera,
florece lo que no puedo decir,
crece lo que me hace sentir
cada periquete que hay
cuando estoy a tu lado.
Así de complicado es
y tan sencillo que aparenta.
Existen tantos problemas
en cada ricón del mundo,
al igual que es estar cerca
de todo y en ausencia
de tus latidos en sinfonía.
Quedaté conmigo en este parpadeo.
Era noviembre y desperté en marzo,
sin darme cuenta que tú eres todo
para los pensamientos que me agobian.