Traes esperanza, paz, dulzura
en tu fragancia, un elixir para los sentidos,
de tierras lejanas, la brisa de tu energía
invade mi espíritu, cuantas millas,
cuantos peligros y dificultades
habrás tenido que afrontar?, q enfrentar!,
…tras de ti, rodeo con mis brazos
tu fértil e impoluto vientre,
tu hermoso y fragante cabello
descansa sobre mis hombros,
imagino tu largo viaje,
mientras tú, meditas
mi larga espera que también te cobijo,
…en silencio,
los dos miramos hacia el horizonte,
entre mis brazos esta tu único refugio,
el premio a tu valentía
es el calor que te transmiten,
el amor único, subliminal, astral,
jamás anhelaste riquezas
que pudiera tener en mi reino,
jamás siquiera pensaste
en decepcionarte por hallarme
sentado sobre los muros
de un pequeño arrecife oscuro y antiguo,
mi única posesión hasta ese momento,
al contrario, compartes conmigo
este instante inmortal
de estar junto a mí, mirando el horizonte,
el ocaso de la tarde, de pie,
sobre el arrecife pequeño y oscuro
en el cual me encontraste y amas tanto,
…“he llegado para caminar juntos,
para vivir juntos”,
así me dijiste al verme,
…esperabas encontrarme
y yo, esperaba tu llegada
sin siquiera imaginarlo;
…giras hacia mí la mirada,
y reflejado en tus bellos ojos
me observo, allí está la grandeza
que jamás nadie pudo dilapidar, arruinar,
siento tu amor profundo y verdadero
a través de ellos, de esos cristales
más hermosos y mágicos que los “silmarills”,
cierras tus ojos al igual que yo,
y un beso jamás fue
más allá de lo maravilloso
y especial para mis sentidos,
para mi alma, para todo mi ser,
…sentir toda la esencia de la vida
en mis labios y en mis manos
el calor de tu delicado vientre,
es algo que jamás podré comparar
con nada de lo más hermoso
que pueda existir aquí y en el más allá.
“No eres una ponzoñosa tarántula hambrienta
que casa astutamente a su presa, para luego,
asesinarla y absorberle toda su esencia, no eres,
como una infeliz vagabunda criatura, avariciosa,
asesina y mezquina que espera la ingenuidad,
la piedad y amor sincero de todo forastero,
para con tu astucia apoderarte
de todo cuanto sin esfuerzo anhelas,
no eres la sacrílega figura, que fragua la mentira
dentro de su negro espíritu maliciente,
para luego escupirla disfrazando las palabras
con promesas y halagos dulces, pero
tan falsos como tu ensortijada manera de amar…”