Esa inocencia y mansedumbre
que llegó en enero.
Y ese inefable sentir que nos sentimos
en la vibración oculta.
Ignoramos el futuro, pero se avizora
el brillante fulgor de una luz.
Hoy puedo nombrarte, pero no hace falta
mi niño pequeño.
Eres tú y sólo tú mi amor y pensamiento
y sé también que a ti te pertenezco.
De mi libro “Del sentir que reverbera”. 2018 ISBN 978-987-763-458-7