Materia-roja

Extrañandoté

Te extraño,

Tus manos grandes pero suaves, acariciando mi pelo,

haciendo el desayuno.

Extraño tu calor,

ese que me das con tu abrazo.

¡Carajo! Que te extraño.

Esas conversaciones profundas

y otras sin sentido.

Esas noches sin dormir,

donde luego de hacer el amor,

me cantabas con tu hermosa voz.

Extraño esos ojos celestes

como un cielo despejado,

que me desnudaban,

que me me conocian.

Esa sonrisa de buenos días.