Asrome

Poema 21

21

Puedo escribir los versos más hermosos de mi vida,
y dedicártelos a ti, mujer querida.

Decir, el sol es radiante, la mañana es hermosa,
pues he amanecido contigo, mujer virtuosa. 

El amor encuentra por fin su reposo,
y mi corazón estalla de gran gozo.

Puedo escribir los versos más hermosos de mi vida,
y que sean para tu alma su dulce comida.

De los montes más altos mirar los horizontes,
y decir, mi amor es más grande que todas las orbes.

El amor y su espejo proclaman ternura,
de esta dulce melodía brotó tu hermosura.

Puedo escribir los versos más hermosos de mi vida,
y trazar en los cielos tu mirada querida.

Del sin tiempo y de la nada mi amor provino,
y parece mucho más un designio Divino.

Mi corazón en ti está satisfecho,
y confirmar que tu amor es también un hecho.

Puedo escribir los versos más hermosos de mi vida,
y encender con pasión la razón más sentida.

Alcanzar la gloria con el amor más extenso,
y destruir cualquier sentimiento perverso.

Entender las razones de tu gran despedida,
pero revivir los laureles de una nueva vida.

Puedo escribir los versos más hermosos de mi vida,
y redactar el sin fin de una historia leída.

Iniciar lo vivido, recomenzar desde lo errado,
combatir al maligno, y dejarlo encerrado.

Compartir el tiempo, compartir los sueños,
hacernos entre los dos, del mundo sus dueños.

Puedo escribir los versos más hermosos de mi vida,
y enterrar al pasado como una fruta prohibida.

Reconstruir letra con letra tu corazón,
y enteramente regalarte para tu amor una razón.

Hacer con amor y letras una gran historia,
y trascender en el tiempo cantando victoria.

Puedo escribir los versos más hermosos de mi vida,
y demostrar con grandeza que eres mucho más que querida.

Las campanas de gloria sonar con euforia,
y quedarme en tu vida, siendo más que memoria.

Y que sean ventiuno los versos,
pero muchos más los cerezos.