No pierdas el tiempo en besarme
mejor, hazme el amor,
cojeme, como jamás nadie lo ha hecho.
Consígueme el éxtasis y hazme un momento hermoso
llévame a dónde las canciones se conviertan en colores,
donde el sabor de tus labios sea dulce alevosía.
Crúzame,
con aquel sentido de culpa que te aqueja
incluso bajo las sábanas,
incluso trenzada a mi espalda.
Bébeme,
analiza y traza por un orificio en la cama,
tu huída hacia los pasos del abandono.
Puedes impregnarte en mi almohada,
puedes también sudarme el alma,
puedes arañar el sello que cauteriza mi sexo,
puedes hacer nada,
y yo te imaginaré cautiva,
incluso, cuando jamás llegaste a mí.