Cuando tu hermosa cabellera oscura
Que con tanta delicadez la cuidaste,
Comience a cubrirse de plata …
Yo estaré a tu lado siempre, madre.
Cuando tus ojos cansados
Ya no alcancen a leer con facilidad,
Cuando requieras ayuda para ver con comodidad …
Yo estaré a tu lado siempre, madre.
Cuando pierdas la agilidad de la juventud
Y necesites un bastón para caminar.
Cuando las fuerzas ya no te ayude …
Yo estaré a tu lado siempre, madre.
Cuando la soledad invada tus días
E inunde tu mente de tristezas.
Cuando es normal que una madre esté abandonada.
Yo estaré a tu lado, siempre, madre.
Te daré mis ojos para ver y leer lo que quieras.
Déjame que alise tus cabellos de plata.
Permíteme que yo sea tu apoyo, tu bastón.
Yo seré quién aleje la soledad de tus años maravillosos.
Déjame ser el Sol que alumbre tus días.
Déjame ser el viento que aleje tus penas.
Déjame ser la fuerza que te va abandonando.
Déjame ser la vida que se va alejando.
Antonio Encinas Carranza
D.R.