Es despertar cada mañana con la certeza de que vale la pena vivir un día más;
Es ver que la luz del sol pinta con colores cada cosa que existe;
Es verte a los ojos y saber que no hay otros espejos en los que querría mirarme;
Es sentir el roce de tu piel y saber que nada causaría esa reacción.
Mi felicidad tiene un nombre y un apellido, eres tú, pero…
Mi felicidad depende de mí y de dónde quiero depositarla.
Hoy decido ser feliz por sobre todas las cosas; ¡Por amor a mí!