¡Ay, la Palabra!
que es de sin igual belleza
cuando logra desnudarse
y decide ser sincera.
Cuando no tiene el valor
de ser vana ni fingida
que deja en el papel su calor
y de los labios sale derretida.
Cuando en el verbo amar es fiel
y tal verdad la hace ciega
y habita siempre la misma piel
para que ni escrita ni hablada sea.
Y cuando en una mirada se deja pintar
de sueños y suspiros floridos
para hacerse silenciar
por intensos besos sentidos.
WBelDe